Antes mencionamos que la transformación acelerada del mercado laboral genera desafíos importantes a las organizaciones.
En el horizonte vislumbramos cambios y desafíos, uno muy importante es la productividad como principal determinante del crecimiento de los países en el largo plazo, por ende, no es discutible la importancia y relevancia de la productividad para el desarrollo.
En este aspecto, la situación de Chile no es lo que nos gustaría. Somos el quinto país menos productivo conforme a cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y uno con las jornadas laborales más extensas.
Por otro lado, muchas organizaciones que desconfiaban de los formatos de trabajo flexibles, han comprobado que los formatos de trabajo basados en jornadas laborales, está quedando obsoleto y gana espacios el trabajo basado en objetivos.
Resulta por tanto fundamental el desarrollo de la confianza en el desempeño a distancia y la productividad sostenida durante el aislamiento por la pandemia.
De este modo, nos encontramos ante un gran desafío: Liderar a los equipos para que se mantengan activos y comprometidos con la compañía, siendo esta vital para el exitoso desempeño en la modalidad del teletrabajo.